Para entender bien entre todos los conceptos relacionados con la apuestas que hacen mención a las cuotas, vamos a detallar a qué se refiere el término de cuota mínima y en qué condiciones se aplica su uso.
¿Qué significa cuota mínima?
Cuando hablamos de cuotas mínimas, hablamos de una referencia a partir de la cual una cuota comienza a tener valor. El concepto de value en las cuotas es algo subjetivo y que no puede definirse al 100% con exactitud.
Sin embargo, ya sea un pronosticador deportivo o simplemente un apostante con una serie de criterios prestablecidos a la hora de valorar una cuota, tendrán que saber a partir de qué cotización el valor esperado de la cuota supera el valor real (EV+).
Por ello, hablar de «cuota mínima» no es una verdad universal. Saber detectar el valor y apostar cuando crees que la cuota va a ir bajando conforme se acerque el evento hará que a largo plazo puedas ganar más invirtiendo lo mismo. De ahí que la habilidad del apostador es crucial para detectar ese punto de equilibro (cuota mínima) por debajo del cual no se debería ejecutar la apuesta.
Para qué se aplica la cotización mínima
Cuando tienes pensado realizar una apuesta, obviar la cuota es un error de principiante. Muchas veces un pronosticador puede enviar una apuesta de su confianza sin establecer la cuota mínima rentable, hecho que puede provocar que todos los seguidores terminen haciendo la apuesta a cuotas muy diferentes.
De ahí que un criterio como el de la fijación de una cotización mínima sea muy útil para saber cuándo merece la pena hacer una determinada apuesta o cuándo es mejor dejarla pasar.
Si la cuota ha caído de tal forma que se encuentra por debajo del punto donde valor esperado y valor real se cruzan, ya no es rentable poner en riesgo tu dinero por debajo de esa cuota de equilibrio.
