Top10 mejores jugadores de Póker

Repasa con nosotros el Top10 de mejores jugadores de póker, con las figuras más destacadas de la historia de este apasionante e icónico juego de cartas. Estilos y personalidades únicas que dejaron huella en las mesas.

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Top jugadores de Póker

Si has consultado nuestra Guía de Póker, ya sabes que no es solo un juego de cartas: es un espacio donde cada jugador deja su sello. A lo largo de la historia de este juego, algunos han destacado por su talento natural, otros por su estrategia y otros por la forma en que logran leer la mesa como nadie. ¡Te presentamos el Top10 de mejores jugadores de póker!

En este listado reunimos a los profesionales más destacados y que han marcado la historia del póker, no solo por sus títulos en las mejores competiciones, sino por la manera en que juegan, cómo se enfrentan a la presión y los momentos que los convirtieron en auténticas leyendas. ¿Los conocías a todos?


Phil Ivey: el maestro silencioso

Conocido como el «Tiger Woods del póker», Phil Ivey ha logrado una combinación única: agresividad y calma extrema. Miembro del Hall of Fame del Póker desde 2017, sus rivales dicen que es capaz de leer una mano con solo mirar al adversario.

Su registro de 11 brazaletes de la WSOP y un título del World Poker Tour es solo la punta del iceberg; lo que realmente impresiona es su habilidad para controlar la mesa sin levantar la voz.


Daniel Negreanu: el lector de personas

Si el póker fuera un juego de psicología, Daniel Negreanu sería su mejor ejemplo. Con seis brazaletes de las WSOP y dos títulos del World Poker Tour, el canadiense de ascendencia rumana, aún en activo, no solo estudia las cartas, sino a las personas.

Su capacidad para anticipar movimientos y conectar con rivales lo hace único, y su presencia en eventos y redes sociales ha convertido a «DNegs» en un auténtico embajador del póker moderno. Miembro desde 2014 del Hall of Fame de la disciplina.


Doyle Brunson: pionero y leyenda

Si hablamos de póker, Doyle Brunson es un nombre inevitable. Segundo jugador capaz de ganar las WSOP de manera consecutiva (1976, 1977), durante décadas, «Texas Dolly» se sentó en mesas de todo el mundo, jugando con calma y dejando que sus movimientos hablaran por él.

Jugador universitario de baloncesto al que una lesión de rodilla impidió probar suerte en la NBA, la forma de jugar, directa y sin artificios de este texano fallecido en 2023, enseñó a generaciones a pensar más en la estrategia que en la suerte.


Stu Ungar: talento y tragedia

Stu Ungar era un genio natural y excéntrico. Tres veces campeón del Main Event de las WSOP —récord absoluto junto a Johnny Moss—, el instinto y rapidez mental de este neoyorquino le permitían ejecutar jugadas inverosímiles que a otros les parecían imposibles.

Pero su historia también es una advertencia: el talento no lo es todo si no se controla la vida fuera de la mesa. Capaz de amasar y dilapidar grandes fortunas, «The Kid» Ungar se convirtió en leyenda del póker no solo por sus victorias, sino por el mito que rodea su figura.


Vanessa Selbst: romper barreras

Formada en la prestigiosa Universidad de Yale, Vanessa Selbst demostró que la audacia y la estrategia no tienen género. Tres veces ganadora de brazaletes en las WSOP, destaca por su estilo agresivo y su capacidad para leer cada movimiento de la mesa.

Única jugadora con esas tres distinciones en las World Series of Poker y capaz de alcanzar el número uno del ranking del Global Poker Index, su trayectoria ha abierto las puertas para muchas mujeres y deja claro que el talento no entiende de barreras.


Johnny Chan: calma y control

Conocido como «Orient Express» debido a su nacimiento en Guagzhou, Johnny Chan se ganó un lugar en la historia gracias a sus victorias consecutivas en 1987 y 1988 en las World Series of Poker, convirtiéndose en uno de los cuatro jugadores que han sido capaces de lograrlo.

Su estilo pausado y calculador le permitía anticipar movimientos y mantener a sus rivales bajo presión psicológica. Chan enseñó que la paciencia puede ser más peligrosa que la agresividad.


Erik Seidel: la constancia como clave

Erik Seidel es un ejemplo de cómo la constancia puede superar a la fortuna. Durante décadas ha mantenido un nivel competitivo, acumulando ocho brazaletes de las WSOP y múltiples victorias internacionales en el World Poker Tour o el European Poker Tour.

Tras sufrir una grave crisis en el mercado bursátil, en 1987 este neoyorquino inició su carrera en el póker. Su estrategia combina paciencia, análisis y adaptación, recordándonos que en el juego, la disciplina es tan importante como el talento.


Phil Hellmuth: polémico pero efectivo

Apodado «Poker Brat», Phil Hellmuth es todo un espectáculo por su comportamiento en las mesas. Aunque su figura es algo controvertida por su lenguaje soez, sus 16 brazaletes de las World Series of Poker entre 1989 y 2018 hablan por sí solos.

Su carácter explosivo y su capacidad para intimidar a los rivales hacen que cada partida con él sea impredecible. Esta actitud, pese a rayar la ilegalidad y coquetear con sanciones, demuestra que en el póker, el carisma también puede ser una estrategia.


Chris Moneymaker: cómo inspirar al mundo

En 2003, un contable de Atlanta llamado Chris Moneymaker se clasificó como amateur en un torneo online para las World Series of Poker y ganó el Main Event, con un premio de 2.500.000 que hizo honor a su apellido.

Su victoria con solo 39 dólares de inversión y un farol perfectamente ejecutado demostró que el póker podía cambiar la vida de cualquiera, y desató un «boom» global de jugadores amateurs que hoy juegan online inspirados en su historia.


Antonio Esfandiari: espectáculo y riesgo

Conocido como «The Magician», Antonio Esfandiari es el ejemplo perfecto de que el póker puede ser tan emocionante como un show en vivo. Su estilo creativo y agresivo lo distingue de muchos otros profesionales: no teme hacer movimientos inesperados ni jugadas arriesgadas si el bote lo justifica.

Ganador de tres brazaletes de las WSOP y dos títulos del World Poker Tour, su victoria en el Big One for One Drop, con el mayor bote en la historia de torneos de póker (18.346.673$), es solo un ejemplo de su capacidad para combinar habilidad con espectáculo.


Diez jugadores, diez lecciones de póker

Estudiar a estos jugadores va más allá de evitar errores comunes, aprender combinaciones de cartas o estrategias de apuesta. Nos muestra que en el póker, la paciencia, la intuición y la audacia son igual de importantes que la técnica.

Cada uno de ellos dejó huella no solo en torneos, sino en la forma en que se juega, se observa y se disfruta el póker. Porque al final, cada mano es una historia y cada jugador puede inspirar la próxima gran jugada. ¿Los conocías a todos? ¿Cuál es tu favorito?

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